Por Juan Alvarado, empleado de Western Union
La mayoría de las personas sabe lo que es preocuparse por el dinero, ya sea porque tiene ingresos bajos o porque debe pagar préstamos o facturas. Y esto se magnifica cuando tienen hijos a su cargo.
¿Alguna vez se ha preguntado adónde va el dinero? La respuesta podría sorprenderle. Cuando sabe exactamente adónde va su dinero, incluso si se trata de un antojo de dulces repentino, puede hacerse una imagen muy clara sobre la situación de sus fondos.
La buena noticia es que es muy fácil saber cómo se ha esfumado su presupuesto. Solo tiene que echar un vistazo al nuevo ordenador de alta gama que hay en su escritorio, o al increíble sistema de cine que tiene para ver películas o para jugar a videojuegos.
Entonces, ¿es posible ahorrar? Sí. Pero debe ser consciente de lo que compra. Incluso si se trata de cosas baratas, terminan acumulándose a final de mes y, en muchos casos, equivalen a una o dos compras caras. El término con el que debe familiarizarse es gasto discrecional.
El gasto discrecional.
Hay pequeñas fisuras que pueden acabar con un buen presupuesto, pero pueden evitarse. Por ejemplo, ¿cuánto paga por un café y con qué frecuencia lo toma? ¿Con qué frecuencia come fuera en vez de cocinar en casa? ¿Va caminando a los lugares cercanos o utiliza el coche para desplazarse en vez de ir en transporte público? Todos estos ejemplos son los llamados gastos discrecionales, que son básicamente elementos que se obtienen de forma fácil y rápida y que son, en cierto grado, gratificantes. No son buenos ni malos, sino sencillamente preferencias. Lo único que tienen en común es que no necesitan un proceso de toma de decisiones exhaustivo; la mayoría son decisiones impulsivas o fruto de la costumbre. Elaborar un presupuesto pasa por establecer prioridades. Cada vez que sienta que se está dando un capricho, asegúrese de conocer sus principales prioridades. No hay nada de malo en que se compre esa deliciosa hamburguesa que le encanta, o en pagar un poco más por un corte de pelo. Lo que tiene que tener muy claro es cómo afectará a su presupuesto a corto o largo plazo.Elaboración de presupuestos
¿Cómo hago un presupuesto? ¿Cómo distribuyo mis ingresos para saber cuándo puedo permitirme un gasto discrecional gratificante? Existen muchas formas, pero estas son las tres más importantes a mi parecer:- La regla 80/20: ya la he mencionado antes. Esta regla se basa en guardar un 20 % de sus ganancias y utilizar solo el 80 % del dinero restante.
- El presupuesto 50/30/20: este elemento es más pormenorizado. La idea es utilizar la mitad (50 %) de sus ingresos para pagar sus facturas u otros gastos necesarios, como los de la casa, la comida, etc.; destinar el 30 % a los "caprichos" y ahorrar el 20 % restante.
- Lista de gastos: elabore una lista mensual con los gastos que cree que va a tener. Para ello, enumérelos de mayor a menor prioridad y observe dónde puede recortar o añadir.