Buenas o malas – nunca se sabe qué sorpresas puede traer la vida. Ya sea que se trate de reparar una ventana en tu departamento, cubrir un viaje de emergencia o ayudar a tu familia en el exterior, situaciones en las que necesitas gastar algo de dinero pueden presentarse repentinamente.
En casos como este, tener un fondo de emergencia podría ser muy útil. Aquí te presentamos algunas ideas fáciles que te ayudarán a poner tu dinero en orden y estar preparado en caso de una emergencia financiera.
1. Revisá tu presupuesto y analizá tus gastos.
Empezá echándole un ojo a tus gastos mensuales. Tener una visión general de tus gastos te dará una idea de cuánto dinero podés ahorrar para un fondo de emergencia.
Una manera ingeniosa de llevar un registro de tu presupuesto mensual es creando una lista de tus costos de vida. Dicha lista debe incluir gastos fijos, es decir, aquellos gastos que son constantes y regulares, como el alquiler, tu matrícula universitaria o los costos de servicios y transportes públicos; y los gastos variables como los alimentos, el cuidado personal y las actividades recreativas. Todos tus gastos deben de ser listados por prioridad. Los gastos fijos siempre requieren de mayor prioridad, mientras que los gastos en tus pasatiempos y tus actividades recreativas son aquellos donde podrías ahorrar un poco de dinero, e incrementar tu fondo de emergencia.
Si se te dificulta empezar una lista y darle prioridad a tus gastos, podés inspirarte viendo algunos ejemplos en la red. Esto te ayudará a tener una mejor idea de cómo calcular tus ingresos, gastos mensuales, y cuánto dinero podés hacer a un lado al final del mes. Otra manera ingeniosa de calcular tu presupuesto de manera cómoda y fácil es utilizando una aplicación en tu celular. Esto facilitará tu proceso de ahorro y te ayudará a mantener una lista con tu presupuesto al alcance de tus manos.
2. Ponete metas de ahorro.
Mantenete motivado para ahorrar dinero poniéndote “metas de ahorros”. Una buena idea para establecer metas realistas es elegir la cantidad ideal de dinero que deseás ahorrar en un mes. Una vez que hayas alcanzado tu meta mensual a corto plazo, podés incrementar la cantidad y ahorrar para cubrir entre 3 a 4 meses de tus gastos de vida.
Otra idea es ahorrar poco a poco. Si aún no tenés una cantidad ideal en mente, podés planear ahorrar 10% de tu sueldo o de tu mensualidad. Tal vez esto no te suene como mucho, pero imaginate cuánto dinero vas a tener final de cada año, ahorrando tan poco como eso. Tené en mente que tus metas de ahorro siempre deben alinearse con tu presupuesto mensual.
No te preocupes si no vez tu fondo de ahorro aumentar notablemente al principio, recordá que un fondo de emergencia es una inversión a largo plazo. Fijarse metas de ahorro, por más pequeñas que sean, te mantendrán motivado y te ayudarán a alcanzar tu objetivo principal de construir un fondo de emergencia sólido.
3. Desarrollá un plan de acuerdo con tus necesidades.
Comenzar con un fondo de emergencia también requiere algo de disciplina. Después de tener una visión de cuanto podés ahorrar mensualmente, también podés diseñar un plan de acuerdo con tus necesidades, pero lo más importante, es ¡seguirlo!
El punto de tener un fondo de emergencia es para protegerte en caso de alguna deficiencia financiera. Cuando empieces a diseñar tu plan de ahorro, intentá optar por uno que se adapte a tus necesidades. También es importante saber para qué tipo de fondo de emergencia planeás ahorrar. ¿Es un fondo de emergencia a largo plazo para inversiones futuras o se trata de una cantidad menor en caso de alguna eventualidad u ocasión especial, la que deseás ahorrar?
4. Considerá tus métodos de ahorro.
Aunque establecer metas de ahorro y hacer seguimientos a tus gastos es muy importante a la hora de diseñar un plan, saber si deseás ahorrar a través de una cuenta bancaria, y la regularidad de tus transferencias es igualmente importante.
Tu banco local puede tener buenas opciones; desde inversiones a corto plazo en el mercado monetario, hasta cuentas bancarias a través de una libreta de ahorro, asegurate de comprobarlas todas y optar por la que más se adapte a tus necesidades. Algunas de estas cuentas te ofrecen incluso oportunidades de inversión de las que podés beneficiarte. Considerá también la conveniencia de cada una y echale un ojo a los términos de uso y condiciones, para evitar que se presenten como obstáculo a la hora que necesites acceder a tu fondo de emergencia.
5. Ahorrá y enviá dinero inteligentemente.
Estar preparado para cualquier momento en el que necesites enviar dinero al exterior es muy importante para monitorear tus finanzas cuidadosamente. Tener un fondo de emergencia sólido y al alcance de tus manos puede ahorrarte las molestias de tener que idearte maneras para obtener dinero en casos inesperados. Para esos momentos que necesites actuar de manera eficaz enviando dinero rápido y confiablemente a tus seres queridos en el extranjero, Western Union te respalda.
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