Comprar por internet puede ser muy cómodo y divertido. Ha facilitado las cosas a personas de todo el mundo, porque es una forma fantástica de encontrar gangas cuando queremos darnos un capricho. Además, la red también permite comprar artículos nuevos o usados directamente a un vendedor y es un lugar estupendo para que uno mismo venda lo que ya no necesita.
Sin embargo, no todo el mundo es sincero. Es muy importante tenerlo en cuenta, así que #InfórmateSobreFraude cuando hagas compras por internet. Para protegerse de las estafas en línea, la clave es fijarse en los pequeños detalles. Si interiorizas esta práctica, detectarás al instante a los estafadores y evitarás sus trampas.
Puede que te preguntes cómo identificar una estafa, y el primer paso es saber que no todas son iguales. Además, para disfrutar al máximo cuando compres en línea, presta atención a lo siguiente:
Diseño del sitio web, información y precios
Si al comprar por internet entras en un sitio web con un diseño descuidado, que repite la información de los productos o no la incluye, o que presenta un catálogo con precios demasiado buenos como para ser ciertos, tienes motivos para sospechar.
Si quieres mirar los artículos de un sitio web o un comercio del que nunca habías oído hablar o que acabas de descubrir, lo mejor es que antes hagas una búsqueda rápida. Entra en Google o en tu navegador de confianza y busca reseñas sobre el sitio web o el comercio. Si nadie ha dejado comentarios sobre su experiencia (o si solo encuentras opiniones negativas), da marcha atrás. NO compres en ese sitio web o comercio.
Consejo: Comprueba la URL. Los sitios web seguros y de confianza siempre comienzan por “https” y no solo por “http”.
Métodos de pago inusuales
Cuando estés a punto de finalizar una compra en línea, recuerda verificar SIEMPRE los métodos de pago que utiliza el sitio web o el comercio en el que estás comprando. Si abren una pasarela de pago sospechosa o desconocida, es mejor que no completes la compra.
Si nos centramos en las estafas habituales, un ejemplo es que un “comprador” pague por un producto usando un cheque falso por un importe superior al precio marcado por el vendedor. Después de pagar, el “comprador” le pide al vendedor que le haga una transferencia por la diferencia. Por desgracia, antes de que el vendedor se dé cuenta de que el cheque no tiene fondos, el “comprador” ya habrá recibido el dinero.
También puede ocurrir que un “vendedor” no acepte tarjetas de crédito o cheques, sino solo transferencias de dinero. Algunos “vendedores” también apremian a los compradores para que paguen de inmediato. Si detectas que estás en alguna de las dos situaciones, piénsatelo bien antes de pagar. Estas son solo algunas de las artimañas que usan los estafadores para quitarte el dinero que has ganado con tanto esfuerzo.
Consejo: NUNCA introduzcas tus datos personales en un formulario o un sitio web que no admita métodos seguros de transferencia. Consulta SIEMPRE tu factura cuando pagues por un producto.
Como hay estafadores por todas partes, #InfórmateSobreFraude y sigue estos consejos para no caer en sus trampas, ni en la red ni en el mundo real:
- Activa métodos de autenticación multifactorial en tus cuentas, de modo que tus datos personales estén protegidos de los estafadores.
- Mantén a salvo tu información personal y privada.
- NUNCA envíes dinero a alguien a quien no hayas conocido en persona.
- No hagas clic en anuncios emergentes, ya que podrían llevarte a sitios web sospechosos.
- Acuérdate de cerrar las sesiones que hayas abierto en sitios web cuando uses ordenadores públicos o de otras personas.
- Comprueba varias veces los enlaces antes de abrirlos. Puedes desplazar el ratón por encima de un enlace para ver la URL o la dirección al completo.
Mantente siempre alerta, para que nada impida que disfrutes de la comodidad de comprar por internet en cualquier parte del mundo.